No es de extrañar que la generación más tecnológica, que ha nacido prácticamente con un móvil en la mano y está acostumbrada a conseguir todo lo que se propone a la voz de ya, sea también la más precoz en cuanto a su relación con la medicina estética.
Para estos jóvenes de hasta 35-36 años, los retoques estéticos son un aliado más para mejorar su aspecto, conseguir resultados visibles en poco tiempo y lo incorporan a su rutina con total naturalidad. Están muy bien informados porque son unos buscadores profesionales, saben lo que quieren y son muy exigentes a la hora de conseguirlo.
Según apunta la Sociedad Española de Medicina Estética, un 43% de los millennials se ha sometido a algún tipo de tratamiento médico estético. Y es que este tipo de procedimientos ya no tienen como usuarios exclusivamente a mayores de 40-50 años, al contrario, hoy en día se recomienda empezar joven (alrededor de los 30 años) para frenar el envejecimiento.
Lo que más demandan son protocolos poco invasivos, que no requieran cirugía y les permitan continuar con su vida cotidiana sin bajar el ritmo. Priman los resultados ultra naturales, que suavicen las primeras arrugas, mejoren el rostro y la calidad de la piel mostrando así la mejor versión de uno mismo.
A prueba de selfies
Las redes sociales son su hábitat natural y están acostumbrados a exponer su imagen. Quieren mostrar su mejor cara a prueba de selfies y sin filtros y por eso los tratamientos faciales son los más solicitados.
En este sentido, la redensificación con ácido hialurónico resulta muy adecuada para retrasar el envejecimiento y atenuar las primeras líneas de expresión, pero también para hidratar la piel en profundidad, prevenir o tratar las manchas, mejorar su textura, tersura y luminosidad.
Precisamente el ácido hialurónico es uno de los ingredientes más utilizados ahora mismo en medicina estética y que más demandan los pacientes por los buenos resultados que les proporciona y porque al ser una sustancia que produce nuestro organismo, la tolerancia es muy alta.
Podemos encontrar ácido hialurónico de forma natural en muchos de nuestros órganos y no solo en la epidermis, también en los ojos, cartílagos, tejido conectivo, líquido sinovial…
Ácido hialurónico y redensificación
Entre sus propiedades, destaca su capacidad para atraer y retener el agua en la piel, facultad que se va ralentizando con el paso de los años y se manifiesta en una pérdida de hidratación, menos elasticidad y aparición de flacidez.
La redensificación es el tratamiento ideal para quienes buscan mejorar la calidad de la piel en tiempo récord, retrasar el envejecimiento cutáneo y prevenir y tratar la aparición de manchas en un solo paso. Está indicado para todas las edades y se puede combinar con otros tratamientos antiaging.
El ácido hialurónico no reticulado y de alto peso molecular, que es el más similar al que genera nuestro propio organismo, se complementa con un complejo dermo-reestructurante formulado con aminoácidos, antioxidantes, minerales y vitaminas.
Gracias a ello, el efecto que se obtiene es muy natural y la recuperación prácticamente inmediata. Para saber más sobre el protocolo, método de aplicación, sesiones y resultados, te recomendamos consultar el post que le hemos dedicado a la redensificación.