La esperanza de vida en España es una de las más altas del mundo, con 83,10 años, cifra que según pronostican diferentes estudios podría aumentar hasta en dos puntos de aquí a 2040. Cada vez vivimos más y queremos vivir mejor. Esto se traduce también en disfrutar de un aspecto más juvenil durante el mayor tiempo posible.
Y ¿Qué hacemos para conseguirlo? Las tendencias indican que los tratamientos antiaging ya no están restringidos a la población femenina de más de 40-50 años, como se tiende a pensar, los más jóvenes, hombres incluidos, están reclamando soluciones a su medida. Ya no se trata únicamente de revertir los signos de la edad, sino de retrasar el envejecimiento o, dicho de otra manera, prolongar la juventud.
Nuestro ajetreado estilo de vida, el estrés, la contaminación… hacen que la piel pierda su tersura y luminosidad, incluso que las primeras líneas de expresión empiecen a manifestarse antes. Para combatirlo, la premisa es: protocolos de bajo impacto, mínimamente invasivos y con resultados muy naturales.
Los tratamientos antiedad más demandados
Actualmente, los procedimientos más solicitados de medicina estética, aparte del botox, son los inyectables con efecto lifting, reafirmante o aquellos que proporcionan una hidratación intensa a base de ácido hialurónico. También el plasma rico en plaquetas (PRP) está en auge y su principal reclamo es que utiliza el plasma del propio paciente para estimular la reparación de tejidos dañados.
Si nos vamos a Google, enseguida veremos que el primer resultado al realizar una búsqueda con las palabras clave “tratamientos antiedad” es “sin cirugía”, seguido de “efectivos”, “naturales” o “para hombres”, un fiel reflejo de lo que la sociedad actual está demandando. Ese “qué buena cara tienes” que se nota pero que no resta naturalidad al rostro ni distorsiona las facciones.
¿En qué consiste la redensificación?
Una excelente opción es apostar por la redensificación con ácido hialurónico que corrige y previene el envejecimiento cutáneo. No solo reestructura y regenera la piel, atenuando arrugas y proporcionando mayor firmeza y elasticidad, sino que además tiene efecto antioxidante, previniendo así el fotoenvejecimiento y tratando las manchas a la vez que hidrata en profundidad.
Para que el resultado sea muy natural y la recuperación inmediata, la mejor alternativa es el ácido hialurónico no reticulado, ya que es prácticamente igual al que genera nuestro propio organismo.
El tratamiento de redensificación realmente efectivo, además de ácido hialurónico no reticulado y de alto peso molecular, está fomulado con un complejo dermo-reestructurante a base de aminoácidos, antioxidantes, minerales y vitaminas.
La aplicación se realiza mediante micro inyecciones o infiltraciones en abanico con finísimas cánulas, según la zona a tratar. La inflamación es mínima y los pinchazos son prácticamente imperceptibles a los pocos minutos, lo que permite mayor flexibilidad, al no interferir en nuestra vida cotidiana como ocurre con otros tratamientos.
Para conseguir unos resultados inmediatos y acumulativos, los profesionales recomiendan tres sesiones en total, con intervalos de tres semanas entre una y otra. Como mantenimiento, es aconsejable reforzar con una sesión tres veces al año o tan pronto como se perciba la necesidad.
¿Qué resultados puedo esperar?
A corto y medio plazo se puede apreciar de manera visible y duradera una hidratación profunda, mejoría de la calidad cutánea, mayor luminosidad, mejora de la elasticidad y firmeza, más turgencia y engrosamiento de la piel (efecto “plump”), así como una disminución de la rugosidad y microrelieve, consiguiendo así una textura más lisa y uniforme.
Gracias a la reposición de ácido hialurónico que supone este tratamiento, los glicosaminoglicanos se incrementan en un 1.400%, logrando un incremento de la hidratación y turgencia a largo plazo, al tiempo que mejora la densidad de la piel, la firmeza y la elasticidad gracias al complejo dermoestructurante que refuerza la dermis.
¿En qué casos está indicado?
La redensificación está indicada para rostro, cuello y escote y es apta para todos los rangos de edad. Según el efecto que se desee conseguir, puede ser un tratamiento preventivo del envejecimiento cronológico o foto-inducido, pero también es perfecto como un protocolo regular tanto para corregir los signos de envejecimiento como para ralentizarlo.
Por supuesto, es un complemento ideal a otros tratamientos antiaging, aplicándolo en alternancia o incluso como booster, para obtener una revitalización profunda de la piel en momentos puntuales como cambios de estación, exposición prolongada al sol, frío extremo, etc.